Caso AELUCOOP – Cuando el control interno brilla por su ausencia

En agosto de 2024 salió a la luz un caso que estremeció a la comunidad nikkei: la cooperativa AELUCOOP habría entregado más de US$180 millones en créditos irregulares a empresas vinculadas, sin garantías reales. El impacto fue devastador: más de 20,000 ahorristas, muchos de ellos jubilados, perdieron sus fondos.

¿Qué falló?

Según la información pública disponible, los controles internos simplemente no funcionaron. No hubo supervisión efectiva, no se aplicaron criterios básicos de validación de créditos, y la concentración de decisiones en pocas manos permitió que el fraude creciera sin ser detectado.

¿Se pudo evitar?

Posiblemente sí. Si la cooperativa hubiera contado con un sistema de gobierno corporativo más robusto, una auditoría interna independiente y controles cruzados en el otorgamiento de créditos, el esquema habría sido mucho más difícil de ejecutar.

¿Qué nos deja este caso?

La confianza de los stakeholders no se construye solo con promesas: necesita estructuras. Un entorno de control sano y bien diseñado no es un costo, es un seguro contra lo impensable.